miércoles, 4 de junio de 2008

Importancia y valor de la etimología




La etimología es uno de los fundamentos más sólidos de la cultura, a causa de estas dos razones fundamentales y conexas entre sí:

a) Porque es la etapa conclusiva del estudio de nuestro idioma

b) Porque es el fundamento lexicológico de las ciencias y de las humanidades.

Y esta etapa y este fundamento tienen múltiples aspectos:

1. Nos da la asombrosa capacidad de comprender palabras técnicas y cultas que jamás habíamos oído o que hayamos olvidado. Por ejemplo en biología, ya conociendo que αἵμα (en español hema, hemo) en griego significa sangre, puedes deducir qué significa hematíe, hematoma, hemofilia y hemorragia.

2. Nos permite captar el sentido de numerosas palabras de otras lenguas indoeuropeas, sin necesidad de usar diccionarios. Citemos las palabras italianas finestra (del latín fenestra, ventana) colomba (del latín columba, paloma, orologio (del latín horologium, reloj). De las mismas raíces puedes deducir fácilmente las respectivas pala­bras francesas fenétre, colombe y horloge. Y así muchas otras.

3. Nos resuelve numerosas confusiones derivadas de la ignorancia del con­tenido de las palabras, que nos podrían causar graves daños en materia médica o jurídica, por ejemplo. Así sucedería si confundo inafectable (no afectable) con imputable (atribuible a contra alguien). Revocación (anula­ción) es lo contrario de recurso de amparo (prolongación de un juicio). demandar es reclamar, solicitar, desistir es dejar de reclamar.

4. Amplía nuestra cultura enseñándonos abundante vocabulario. Gracias a un abundante léxico, podremos entender muchas más expresiones técni­cas. Porque se necesitan bases etimológicas para entender, por ejemplo, términos médicos tan necesarios como esas claves de la salud que son las variantes en la orina (οὔρον), poliuria (excesiva), oliguria (escasa), nicturia (nocturna) , polaquiuria (muy frecuente).

5. Nos da razón de la ortografía, principalmente de las palabras más complicadas. Etimológicamente se resuelven los problemas de la S y la C: 'Clasicismo' viene de classicismus; 'incisión', de incisione; 'consciente', de conscius. Aquí se aclaran la B y la V: "Rebelarse viene de bellum, guerra; 'revelarse'. de velum, velo. Y hasta se facilitan la J y la G: ‘ingerir’ viene de gerere in (llevar hacia dentro), 'injertar', de serere in (sembrar dentro).

6. Nos ayuda a precisar nuestros conceptos, al darnos las palabras que los abarcan con exactitud. Sin una terminología precisa, es difícil expresar las ideas con nitidez. Esto es importantísimo en filosofía. Allí, deducción (ducere de, extraer de arriba) es lo contrario de inducción(ducere in, llevar hacia dentro, hacia arriba). La deducción parte de principios; la inducción, de experimentos. 'Apodíctica' se llama a la demostración irrefutable. ‘Hilemorfismo’ es la teoría de la materia y la forma, ‘Axiología’ es la teoría de los valores.

7. Nos permite deducir definiciones y fórmulas claramente. Muchas veces la sustancia de la palabra radica en su etimología. Ejemplo: ‘esclerótica’ viene del griego σκλερός (duro), 'icosaedro' deriva de ἐἴκοσι (veinte) , ἔδρα (base, lado) , ᾽tetraedro᾽, viene del mismo nombre y de τέτταρες (cuatro).

8. Nos permite dominar la sinonimia, indicándonos en qué se asemejan y en qué difieren unos sinónimos de otros. Así, médico, cirujano y doctor difieren en que el primero viene de medere (curar); el segundo viene de χειρὸς ἔργον (operación con las manos); el tercero deriva de doceo (enseñar)y no es denominación exclusiva para médicos. Quien se interesa en ocultimos, debe conocer su sinónimo: esoterismo ( de ἔσω dentro).

9. Sirven para elaborar neologismos inteligibles para toda persona culta. Con base en la etimología se han dado nombres a las ciencias y especialidades más modernas, tales como ‘acupuntura’ (de acus, aguja y punctura, punción); ‘geriatría’ (de γέρων anciano y ἰατρεύς médico).

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